El año para Olimpia arrancó pésimo con Repetto, la Comisión
Directiva se volvió a equivocar con Mauro, y recién sobre el final del torneo
se contrató un técnico como merece el club, Ever Almeida.
Después de desmantelar todo un plantel (por capricho de quien
sabe quién, porque se culpan entre todos) se decide oportunamente mantener a
los que están y contratar puestos clave para encarar lo que se viene.
Contar con Camacho es una decisión súper acertada, la vuelta
de Walter González una medida necesaria (teniendo en cuenta su buena campaña en
Europa). Sólo genera una gran duda la posible llegada de Darío Verón, quien es
un jugador de calidad pero sin dudas ya veterano.
Todo esto, sumado a la continuidad de Roque Santa Cruz,
quien es un gran referente para el plantel, pronostica que se vienen mejores tiempos.
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