jueves, 30 de marzo de 2017

El resultado de pésimas decisiones.

Foto: ABC Digital
Olimpia fue goleado a domicilio por Libertad. Un 3 a 0 vergonzoso. De los peores bailes que recuerde que le dieron a Olimpia en Para Uno. Pero no es un hecho aislado, es el resultado de una seguidilla de pésimas decisiones que tomo la Comisión Directiva del Club, la verdadera culpable de toda esta situación.
Se sabe que Mauro Caballero no es un técnico de élite, no tiene campeonatos ganados como entrenador y en Primera apenas fue interino (en varias ocasiones) con el Olimpia y estuvo algunos partidos en Sportivo Carapegua sin lograr resultados. Pero no es que Mauro llego y pidió ese lugar, sólo pidió un contrato justo.
Vamos desde el principio. Con Chiqui Arce se logró una identidad, un estilo de juego que daba resultados, el más claro de todos, el título número 40 a nivel local. Para el siguiente campeonato sucedió una situación que se viene repitiendo en otros clubes, sus propios jugadores le hicieron “la camita”. 5 fechas y Arce se fue injustamente. Llegó el turno de Fernando Jubero quien propuso un estilo similar al de su antecesor, pero siendo más ofensivo. Llegó a hacerle 7 a General Caballlero, 6 a Sol de América (puntero invicto hasta ese momento), 5 a Capiata; luego “bajó un cambio”. En fin ganaba, gustaba y goleaba, promocionaba juveniles, pero no pudo cerrar su excelente campaña con un título, el único motivo de su condena.
El 2017 trajo solamente equivocaciones. Todos los errores que se podía cometer, fueron logrados por esta directiva en tiempo record. Sacan a Mauro (quien había reemplazado a Jubero) y traen a Repetto con la chapa de que fue vice campeón de la Copa Libertadores, sin mencionar que fue con un club modesto, tras 4 años de proceso, sin ganar un solo partido desde 4tos de final y siendo siempre salvado por su arquero Azcona. Entiéndase con esto que los “resultados” no garantizan una proyección. Se decició desvincular a un equipo entero, siendo jugadores clave como el Zorro Bareiro. Se contrató a jugadores que están más cerca del nivel amateur antes que el profesional (díganme si les parece que Edcarlos puede jugar en Primera). El Departamento de Fútbol se aplazó y la única cabeza que rodó es la Ricardo Tavarelli.
Hoy el rendimiento es bajo, no hay ideas de juego, en cada partido Mauro demuestra no estar a la altura y el presidente responde con un superávit que no convence y diciendo que no va a cambiar más de técnico y que los jugadores son los culpables.
Como ya se había dicho en una nota luego del fracaso de la Libertadores: Trovato, la gente no es imbécil, ve los partidos y se da cuenta de las cosas.
Es cierto. No es el técnico el que erra el gol o se hace uno en contra. Pero el decide que sean esos jugadores los que entran a la cancha, como tienen que jugar y el responsable de los cambios que no funcionan. Todos son culpables.


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