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Foto: Club Olimpia |
Los planes eran otros, el slogan mismo de esta campaña es #VamosPorTodo. Clausura, Copa Paraguay, hasta los torneos de otros deportes. Todo debería estar en nuestras vitrinas, pero el rendimiento no da para esperanzas de que así sea. Seamos realistas, en todos los deportes a Olimpia le va bien, pero si el equipo de fútbol de Primera División no rinde, de nada sirve.
Se hizo una pre-temporada impecable desde el aspecto físico, pero en el aspecto futbolístico está el problema. Se reforzó la parte defensiva, que era lo que muchos reclamábamos, pero en ataque no se concretó ningún refuerzo; es más tuvimos bajas, con la salida a préstamo de Brian Montenegro. Eso nos lleva a que cuando el tridente ofensivo (Willi - Roque - Camacho) no está, no hay peligro para los rivales. Eso fue lo que sucedió ayer. El arco de Santaní no sintió una verdadera presión hasta que Roque y Nestor ingresaron al campo de juego. Un Santaní que además perdió todo el tiempo que quiso por culpa de uno de los árbitros más incompetentes de nuestro medio, Mario Diaz de Vivar, y su inoperante cuarteto. Mario Jara literalmente se cagaba de risa en la cara del cuarto arbitro. Se perdía en promedio un minuto y medio cada vez que se paraba el juego (que se paraba bastante). No es una excusa pero así no se puede jugar.
Para terminar, el libro de pases está cerrado, y Daniel Garnero tendrá que buscar dentro de lo que tiene en casa para lograr más fuerza en ataque, pero un espectáculo como el de ayer es sencillamente lamentable.
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