Algunos dicen que el equipo está relajado, otros que faltaron refuerzos; como sea el Decano está por debajo de su nivel. La victoria ante Luqueño calmó un poco al hincha que se volvió a acostumbrar a ganar, pero rendimiento sigue siendo bajo.
Es momento de encontrarle la vuelta, tener mayor concentración y contundencia. La derrota ante Santaní significó el peor partido del año para Olimpia, donde tocó fondo y sólo puede volver a escalar. Esperemos en los próximos partidos veamos al Olimpia que queremos ver.
El próximo compromiso es ante Capiatá (séptimo en la tabla) a las 15:30 hs en Para Uno. Una vez más, todos a apoyar.
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